Menos samba y mais treballar



Los funcionarios tienen, tenemos, mala fama. La Administración, en virtud del reciente Estatuto del Empleado Público pretende "evaluarnos". ¡Ja! ¿Con qué criterios? Sí, esta (mala) película ya la viví en la privada: lameculismo, amén-amén, y haz horas como un tonto sin rechistar y cobrar. El que se mueva no sale en la foto, chavalines, que en la calle esperan doscientos para sustituiros por la mitad de sueldo.

Claro que, ¿alguién evaluará a nuestros nunca suficientemente ponderados y eficientes jefes? ¿Esos que están en su puesto por la dedocracia política y, mira tú por dónde, gracias al lameculismo? Noooo. Los enchufados no tienen problemas, son lapas que devoran el sistema desde el interior con total impunidad. Solo somos sospechosos los que aprobamos la oposición a pulso.

¿Más productividad, más eficiencia? ¡De acuerdo! Me apunto. ¿Cómo? ¿Incentivando, motivando? No. En España eso no se estila. Mejor la política del garrotazo. Así nos va...

Pero toca dar carnaza al elector, al sufrido ciudadano que no dispone de nuestras grandes ventajas económicas y sociales. Compensemos a ese gran currante que lee el diario deportivo en su puesto de trabajo antes (o después) de usar el ordenador de la empresa para fines particulares, baja a desayunar dos o tres veces, comenta con sus compañeros toda la actualidad nacional y mundial como un experto, y todavía tiene tiempo de llamar a algún ser querido por teléfono. Para contentar a esos prendas los políticos han decidido que lo que va mal es por culpa de los malosos funcionarios. Deberemos enfrentarnos a una ordalía para limpiar nuestro maltrecho honor laboral, no sea que alguien despierte por un breve instante y descubra que son los políticos quienes deciden, dirigen y gastan nuestros dineros.

¡Basta ya de topicazos! Los funcionarios no somos más vagos que el común del español medio, os lo aseguro. He estado detrás de la barrera (de muchas y diferentes) antes de saltar a la arena y lo sé. Empresas pequeñas y grandes, nacionales y extranjeras, tanto da. En muchas el mamoneo, la incompetencia y la estulticia son la santísima trinidad. Ya sabemos que en este país unos tienen la fama y otros cardan la lana.

No nos cataloguéis como fulleros, las etiquetas que nos cuelgan algunos (por desconocimiento o mala fe) no son de nuestra talla ni se ajustan a la realidad. Los jetas de verdad suelen estar apoltronados en despacho propio, riéndose de los que estamos abajo.

Antes de señalarnos con el dedo, miraos en el espejo.



Toi cansao (¡Qué grande eres, Romario!). Hoy no me puedo levantaaaar...


(Banda sonora : Enjoy the silence - Depeche Mode; I will follow - U2)

5 opinantes:

Cristina dijo...

Manu, desengáñate: los funcionarios sois un gran filón a la hora de hablar del currante español medio...a apechugar...

Anónimo dijo...

Bonito video trabajo de chinos que se dice...pongame este sellito...

Anónimo dijo...

Apechugaremos con nuestra bonhomía habitual... qué remedio ;-)

Pero eso sí, de trabajar como un chino pues...

Anónimo dijo...

Aquest cop em quedo amb la banda sonora...quina gran cançó!

(i quina durícia al dit de la funcionària...)

Anónimo dijo...

Millor durícia al dit que no al cervell!

AH! Què faríem sense música.