Publicidad: escandalizar vende más


A estas alturas todos conoceréis la campaña publicitaria italiana que usa la imagen de una chica anoréxica. Bajo mi punto de vista es una acción execrable e hipócrita a más no poder. Cuando en tu familia has visto pasar de cerca el fantasma de esa enfermedad (o de la bulimia) se te ponen los pelos de punta contemplando esa basura (sin perdón) .

No valoro la decisión de la chica que sirve de modelo. Posiblemente es la única que haya actuado de buena fe en esta historia. Además, parece que empieza a salir de la enfermedad. Lo repulsivo es la acción barriobajera de la marca No-li-ta. En primer lugar, en el cartel de las vallas, la No del "No Anorexia" es de la misma tipografía y color que la marca No-li-ta. Qué casualidad cuando ¿solo se quiere alertar del peligro de esa enfermedad?; ¿publicidad subliminal? En segundo, si realmente se quiere centrar en la denuncia sobre la enfermedad, ¿para qué demonios debe aparecer el nombre de una marca de ropa?

Evidentemente, esta campaña busca el morbo descarado con el objetivo final de dar la mayor notoriedad posible a la marca. Y lo ha conseguido: ha trascendido de Italia, donde ha acaparado espacios en prensa y televisión, algo que económicamente jamás se hubieran podido permitir y menos en un espacio tan corto de tiempo. Lo maquiavélico y terrible del caso es que ese presunto bondadoso y comprometido mensaje puede tener un efecto contrario para las afectadas por la enfermedad (también hay chicos, pero menos): con ese "modelo" de belleza puedes protagonizar una campaña para una de las marcas de ropa para chicas más populares de Italia.

Cómo olvidarnos del gran jeta Oliviero Toscani, fotógrafo de esta campaña y especialista de otros escándalos al servicio de Benetton (¿os acordáis de la del enfermo terminal de sida?). Cuando le preguntaron si iba a donar su caché para la lucha contra la anorexia, respondió que el no era una hermanita de la caridad. Por lo menos el muy sinvergüenza no va de honrado por la vida. Ya tiene otra muesca en su nauseabunda cámara este "profesional" del cinismo.

Parafraseando a Hanna Arednt, este no es más que otro capítulo en la larga serie de la banalización del mal, protagonizado por las huestes publicitarias, para quienes todo vale con tal de vender, de conseguir una nueva cuenta.

Hay otras maneras de denunciar el problema de la anorexia. La trivialización y el morbo por parte de gentes sin escrúpulos no son el camino adecuado.
(Banda sonora: Hold my hand - Unkle)


5 opinantes:

Anónimo dijo...

Pues dicen que la modelo se ha ganado bastante la vida explotando su enfermedad...no solo esta vez...que ya es trsite ya...

De todas formas, lo unico que consiguen más que sensibilizar a la población es desensibilizar...

YA estamos ehechos a ver cualquier cosa, y ser usada para que alguién haga dinero...

Anónimo dijo...

Por desgracia estamos inmunizados contra todo. Nos obligan a volvernos cínicos y escépticos.

Pero qué quieres que te diga, me siguen dando asco todos los que se aprovechan de la desgracia ajena.

Anónimo dijo...

Un escaparatista de moda ordenado fraile expone sus pinturas en Oseira

Fray Luis expone sus últimas creaciones artísticas, una colección de pinturas de San Rosendo que empapela el antiguo refectorio del Monasterio de Oseira. Fray Luis es Luis Álvarez y antes que fraile fue escaparatista para Revlon Internacional en Madrid y para las mejores tiendas de moda de la New Bond Street, en Londres, comercios exquisitos en los que compraban "la aristocracia, los reyes y también los ídolos de rock del momento, como los Rolling".

Así que tras los hábitos severos de este madrileño de 61 años está "ya sólo en el recuerdo" la vida "de absoluta frivolidad" de la que quedó "completamente asqueado". Fue un hippy de los 60 que flipaba con los Beatles y asistía a clases de mimo con Lindsay Kemp en Londres. "Digamos que estaba en los lugares, Madrid y Londres, que eran punta de lanza de la ruptura de los convencionalismos sociales", explica en un acto de contricción de sus pecados ya lejanos mientras posa para los flashes de su nueva vida de pintor evangelizador.

"Yo sólo pinto para poner al espectador ante la verdad", comenta el religioso tras reconocer que no accede a más lecturas que las permitidas por la orden del Císter. Quizá por ello se sorprende todavía de que le quitaran los cuadros de las manos cuando los expuso en la ciudad. Sus precios apenas alcanzaban los 100 euros y la temática no era evangelizadora, sino pura cromoterapia.

Ahora se ha centrado en las vidas ejemplares de los santos. Los 12 tremendos lienzos de San Rosendo fueron pintados en 12 días de jornadas de seis horas. "Un milagro", concluye. Fray Luis asegura que su faceta de pintor reconocido no le fomenta la vanidad prohibida por la orden.

http://www.elpais.com/articulo/Galicia/escaparatista/moda/ordenado/fraile/expone/pinturas/Oseira/elpepuespgal/20071010elpgal_17/Tes

Replicant dijo...

"Un escaparatista de moda ordenado fraile expone sus pinturas en Oseira",

L'entenc,jo em faria barman de "bar playero" a Fuerteventura (no qualsevol, ja el tinc ullat, poca clientela i bones vistes) i exposaria les tables de surf dels clients al sol...Si més no respiraré aire pur...

Anónimo dijo...

Ah, porca banalità...

Bé, a qui no l'agrada el dolce far niente?