Sentados en la mesa

El hombre poco claro no puede hacerse ilusiones: o se engaña a sí mismo, o trata de engañar a otros
Stendhal


Es la enésima vez que digo en un post que la envidia es mu mala (y las que me faltan). Es lo primero que pensé cuando oí/leí las declaraciones de Santi Santamaría sobre la cocina moderna, o sea, sobre Ferran Adrià, de quien hace ya tiempo que rajaba a la menor oportunidad.

Por otra parte, como tantos otros, soy de los que siempre me alineo con el débil, con el llamado a perder. Estúpido romanticismo, empatía solidaria, llamadle como queráis. Pero esta vez, no. Admiro a quien es capaz de enfrentarse a todo y a todos, solo ante el peligro, cuando tiene razones para hacerlo. Esta vez me da que Santamaría es un pelín cantamañas, no predica con el ejemplo, acusa en falso, y su fin último es lograr la máxima notoriedad con motivo de su "premiado" libro.

No, no me entusiasma la cocina de Adrià; debe ser muy estimable, no lo dudo, aunque no me llama la atención la ejcarificaciong y demás inventos culinarios de última generación. ¿Es normal poner oro en un plato como ingrediente? Me parece una estafa servir raciones de hambre en platos grandiosos con precios de lujo. Me parece estupendo que se informe al público de los ingredientes de los platos, ¿no hay ya inspectores de Sanidad?, pero de todos: Adrià, Santamaría, chino, paquistaní, pizzería, hamburguesería y el fritanga de toda la vida. Y ya puestos, no controlemos solo los ingredientes, también la suciedad y poca pulcritud de algunos cocineros y de sus cocinas. También me gustaría que las etiquetas de los alimentos del supermercado especificara cuáles son transgénicos.

En fin, gracias, Santi, por preocuparte por nuestra salud y la de los comensales de El Bulli (que no pisaré jamás). Qué putada, todavía nadie lo ha denunciado por intoxicación alimentaria. Y mientras, Europa se ríe de la cocina española. A esto se le llama tirar piedras contra el propio tejado, Santi.

Amigo Santamaría, si de verdad defiendes la comida tradicional, la de la abuela, ¿por qué el cubierto en tu restaurante cuesta más de 200 euros? Mi madre hace cocina tradicional a diario, con ingredientes naturales que tanto te gustan y ahora defiendes, todo sano, y el precio no se dispara tanto. Cobrando ese dineral, ¿eres tú también un vendedor de humo o tu cocina no es tan tradicional como presumes? ¿De verdad eres el caballero blanco de la gastronomía? ¿No padecerás el síndrome de Salieri?

Una representante de la editorial reconoció a El Periódico que con esta polémica habían logrado el eco que se proponían: "Salir en las portadas y conseguir máximas audiencias. Este fenómeno se estudiará en las facultades de Periodismo". Ahora sabemos el objetivo real de esta "cruzada" por la comida sana.

Donde estén unas buenas lentejas, una paella, una tortilla de patatas... ni Santis ni Ferrans. Para gustos...


(Banda sonora: Chemicals - The Notwist)

10 opinantes:

Marta dijo...

Pues si alguien alguna vez descubre que ponen en las "frikandel" holandesas... que ni se le ocurra contarmelo!

Anónimo dijo...

Años ha conocía a un chaval que trabajaba en una conocida cadena de pizzerías. Me dijo que si la gente supiera lo que hacían en la cocina no iría nadie a comer allí :(

Anónimo dijo...

com a casa enlloc


y a mi lo edl Adria no me importaría probarlo, no, pero va a ser que no...

Anónimo dijo...

A mí tampoco me importaría probarlo, pero:
1º No me quita el sueño su cocina.
2ª No puedo gastarme 300 y pico euros por cubierto.

Grine dijo...

Yo creo que es una mezcla de envidia (del Adrià, otra vez "campeón del mundo" de los cocineros) y campaña publicitaria, ya se sabe que sin polémica no se vende.

Pero ya quisiéramos muchos poder permitirnos comer en cualquiera de esos restaurantes, incluso de muchos más "humildes"... cuando me toque la lotería les hago la crónica de los restaurantes con estrella Michelin ;)

Anna dijo...

Me dijo que si la gente supiera lo que hacían en la cocina no iría nadie a comer allí

Això et passaria probablement al 90% dels restaurants on vas a menjar...
De vegades la ignorància dóna la felicitat (estomacal, en aquest cas..)

Però és el que dius, primer s’hauria de començar per controlar els ingredients base..i aquí si que hi ha tela...

I no, a mi tampoc m’importaria provar l'Adrià, el Santamaria o la Ruscalleda... però de moments ens haurem de conformar amb el menú del restaurant del costat de la feina...

Anónimo dijo...

Ay, cuando me toque la lotería me quito la hipoteca ;-)

Anónimo dijo...

De vegades la ignorància dóna la felicitat
De vegades només? :P

Replicant dijo...

Ja se sap, que hablen de mi aunque sea mal...
I així distreuen dels problemes de veritat..

Jobove - Reus dijo...

buen articulo, canya a tanta tonteria culinaria y mas canelones de la abuela !!!