P.D.: Como todas las bandas sonoras son de música de los 80, hoy -para variar- cambiaremos un poquito. A veces nos quedamos con una canción por su música y/o su letra. En ocasiones, además, lo que nos impacta es el espectáculo visual, verbigracia el videoclip, sea por el alarde tecnológico (no es el caso que nos ocupa) o por la historia que muestra. Ese es el caso de la canción elegida para esta ocasión. El video es lo sugerente, para mí. A ver si os gusta.
P.D.: Como todas las bandas sonoras son de música de los 80, hoy -para variar- cambiaremos un poquito. A veces nos quedamos con una canción por su música y/o su letra. En ocasiones, además, lo que nos impacta es el espectáculo visual, verbigracia el videoclip, sea por el alarde tecnológico (no es el caso que nos ocupa) o por la historia que muestra. Ese es el caso de la canción elegida para esta ocasión. El video es lo sugerente, para mí. A ver si os gusta.
Mientras tenga voz yo también gritaré...
Si como yo no has léido ninguna novela ni visto las películas de Harry Potter en este video encontrarás lo necesario para conocer de primera mano los secretos de esta historia. Así evitarás pasar por un ignorante ante las masas de enfebrecidos seguidores de la serie.
Contraindicado para fans del personaje. Puede causar malestar general, insomnio y otros efectos secundarios.
(Banda sonora: Is there something I should know - Duran Duran)
Regresan, pero con imagen adaptada a los tiempos. En sus buenos momentos iban de esta guisa y también con esta pinta. Un estilismo propio del momento, nada extraordinario. Aspecto de buenos chicos, con sus trajes y sus corbatas estrechas. En la siguiente foto recuperan los trajes y las (dichosas) corbatas, con un aspecto que parece un cruce entre Men in black y el agente Smith de Matrix.
Para más inri, si se les viera el careto desde más cerca podríais comprobar que Paul Humphreys (el rubiales) tiene un sorprendente parecido con Max Headroom, un curioso personaje televisivo de los 80.
Por si fuera poco, la anterior ministra de Cultura decició participar en la fiesta con la "amortización de taquilla", esto es, una cantidad equivalente a un máximo del 15% de la recaudación bruta de taquilla durante los primeros 12 meses de exhibición (como ejemplo, por la anterior peli, Scoop, le corresponderían 870.621 euros de ayuda). Lo curioso es que la ayuda de Cultura solo se concede a producciones españolas (¿esta lo es?) y que no han solicitado subvención previa (¿y lo de la Gene y el Ayuntamiento cómo se llama, dádiva?).
El kalimotxo de mamá - Pablo Carbonell
Mecangüentó - Georgie Dann
Mi carro - El Koala y Manolo Escobar
Ponte el cinturón - Silvia Padilla
Micromanía - Tata Golosa
Tunéame doctor - Berto y el lagarto
Te clavo la sombrilla - Comercial CTI
Juana - El General
Ghita - Cleopatra Satran
Jaimito is in da house - Jaimito
Elvis again - Euskal Elvis
En fin, entre melodías entre insidiosas y patéticas, algunas, y letras de dudoso gusto, unas cuantas también, me disculparéis pero me voy a tomar unas sales de frutas. Se me ha revuelto el estómago.
Es alucinante. Sigue a marchas forzadas la recuperación de los 80 en el mundo de la publicidad (la anterior es una versión más larga que la que suele salir por la tele). ¿Seremos un target apetecible? Eso es que no han visto la cuota de mi hipoteca.
Alguna vez he pensado qué hubiera sido de mi vida (social) de haber existido los móviles en aquel entonces tal como proliferan hoy. ¡Guau! En fin, sigo fiel a mi regla de no decir nada que pueda usarse en mi contra, pero es evidente que hubiera sido divertido. Recuerdo esas conversaciones telegráficas en el teléfono (entonces no tenía inalámbrico), como si respondiera ante un tribunal, o cómo debía esperar a la ausencia de mis padres para hablar con más "relajamiento". Uno se adapta a las circunstancias, qué remedio.
En cualquier caso estoy inoculado contra la adicción a los móviles. Apenas lo uso, salvo para estar localizable (algo interesante cuando tienes dos críos pequeños). De haberme "enganchado" de chaval no sé si ahora podría presumir de pasar olímpicamente de los móviles.
Y aquí el tema original de Pino d'Angio. Menudo exitazo. Esa voz grave y rasposa, ese punto de macarrilla que tan bien sabían explotar los italianos. No hay más que ver cuando se pone a fumar el amigo Pino (porque mover el esqueleto lo hacía de pena). Uno de los primeros grandes éxitos del italo-disco.